jueves, 17 de enero de 2013

Gregor Mendel

Gregor Mendel
Términos como gen, clon o ADN nos son completamente familiares. A diario vemos noticias sobre estos temas, y damos por sentado que se tratan de ciencias nacidas en los últimos años. Pero no siempre es verdad. El verdadero padre de la revolución que representa la genética y que de alguna manera ha hecho posible la clonación  de animales, nació en el 22 de julio de 1822 en un pueblo de la actual República Checa.

Hijo de un veterano de las guerras napoleónicas y la hija de un jardinero, vivió una infancia marcada por la pobreza. En 1843 ingresó en un monasterio agustino de Königskloster, donde fue ordenado sacerdote en 1847. Más tarde se trasladó a la Universidad de Viena para seguir una carrera docente. En 1851 el sacerdote conseguía el titulo de Doctor en Matemáticas y Ciencias, gracias a lo cual, tres años mas tarde se convertiría en profesor suplente de la Real Escuela de Brünn.
Mendel basó su complejo estudio de los genes y la herencia genética en la planta de los guisantes , y gracias a ella dedujo sus leyes :

 La primera ley, también llamada "Ley de la uniformidad de los híbridos de la primera generación", enuncia que “cuando se cruzan dos individuos de idéntica especie correspondientes a dos líneas puras y que difieren en el aspecto que presenta un mismo carácter, los descendientes muestran una homogeneidad en la característica estudiada y todos heredan el carácter de uno de los progenitores (llamado “factor dominante”), mientras que el del otro parece haberse perdido, o bien, presentan un rasgo intermedio entre los dos de los padres.”. En el último caso, se dice que hay “codominancia”.

La segunda ley, conocida como "Ley de la separación o disyunción de los alelos", nos dice que los factores hereditarios (mas tarde llamados genes) constituyen unidades independientes, que se transfieren de una generación a otra sin sufrir modificación alguna. Al cruzar entre sí los descendientes obtenidos de la reproducción de dos líneas puras, se observa que el carácter recesivo (el que no se manifiesta), transmitido por uno de los progenitores, se hace patente en la segunda generación filial en la proporción de ¼. Esto implica que el carácter dominante se da en las 3/4 partes de los descendientes. Cada pareja de genes que determinan el carácter estudiado y que se hallan presentes en un determinado individuo se separan y al formarse las células reproductoras se combinan al azar.

La tercera ley, llamada "Ley de la independencia de los caracteres no antagónicos", afirma que cada carácter es heredado con total independencia de los restantes caracteres. Mendel debió cruzó plantas que diferían en dos caracteres (dihíbridos) y cuyo genotipo era, por ejemplo, AaBb para llegar a esta conclusión. Al formarse las células reproductoras, se originan cuatro tipos distintos (AB, Ab, aB y ab), que se combinarán de todas formas posibles con los mismos tipos del otro individuo. En total se obtienen 16 genotipos posibles.

2 comentarios:

  1. Me encanta ♥♡ Está genial y muy elaborado.Sigue así Pfachuhfutvjhcjvbkkdjgdmbvih

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